Un grupo de líderes de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días emprendieron un proyecto de ayuda a la comunidad de Villa Javier, en Bogotá, de una forma distinta: con clases de inglés gratuitas para niños.
Motivados por la idea de ayudar a los niños participantes, tanto en su vida escolar como en la futura vida laboral, un grupo de líderes miembros de la Iglesia se comunicaron con diversos estudiantes de reconocidas universidades de Bogotá, como la Universidad Nacional, la Jorge Tadeo Lozano y la Universidad del Rosario, entre otras, para construir juntos un currículo que cumpliera los propósitos determinados.
Según la líder responsable del proyecto, Paola Cajamarca, la idea surgió también por la necesidad de proveer mejores oportunidades para los niños, que en muchos casos son parte de familias con recursos limitados que no tienen posibilidad de pagar clases particulares de inglés. En este primer ciclo de clases, son más de 20 niños, miembros y amigos de la Iglesia los que participan cada sábado de las clases.
Basándose en los programas de inglés de reconocidos colegios de Bogotá, los organizadores de estas clases crearon un programa de 23 clases, el cual se adapta a las necesidades de los niños. Los instructores son animados estudiantes universitarios que deciden dedicar de su tiempo semanalmente para enseñar de manera voluntaria a estos niños ávidos de aprendizaje.
| Temple Square is always beautiful in the springtime. Gardeners work to prepare the ground for General Conference. © 2012 Intellectual Reserve, Inc. All rights reserved. | 1 / 2 |
“La idea es bendecir a las personas de nuestra comunidad dándole más oportunidades” comentó Cajamarca al respecto del proyecto.
Paola Ardila, es profesional de comercio exterior, y una de las docentes de estas clases de inglés. “Los niños tienen mucha energía, y tienen ese chip incorporado de aprender nuevas cosas, así que es lindo enseñarles ya que aprenden muy rápido” comentó. Además, dice que esta es una excelente oportunidad de ayudar a otros e involucrarse en una actividad educativa. Paula Valentina Arango, es una de sus alumnas y cuenta que “las clases son muy cheveres y muy divertidas. Me gusta todo de estas clases.”
Los organizadores cuentan que se abrirán nuevos grupos en cuanto termine este ciclo, y están entusiasmados por continuar ayudando a niños que lo necesiten.
Los miembros de la Iglesia buscan seguir el ejemplo de Jesucristo al buscar oportunidades de servicio y trabajar en conjunto con sus comunidades para el bienestar de las mismas. Además, la Iglesia tiene particular interés en la educación y exhorta a sus miembros a participar en cualquier actividad que tenga como fin mejorar su educación, en especial la de nuestros niños y jóvenes.